El yodo tiene acción germicida debido a su capacidad de penetrar rápidamente a través de la pared celular de los microorganismos, provocando una ruptura en la estructura de sus proteínas y ácido nucleico.
Un yodóforo está unido débilmente a una molécula portadora que aumenta la solubilidad del yodo en agua y también permite su gradual liberación, dando una acción residual al compuesto.
Los Yodóforos y Biocidas a base de yodo se utilizan por sus propiedades desinfectantes y antisépticas, cuyas propiedades permiten su utilización en una amplia gama de aplicaciones en seres vivos, consumidores, bienes y procesos industriales.